A continuación, encontrarás 5 experimentos científicos con los que pasar un buen rato y, a la vez, descubrirás la explicación a algunos fenómenos naturales que ocurren con bastante frecuencia.
¿Por qué es importante realizar experimentos científicos para niños?
La ciencia nos rodea, forma parte de nuestras vidas. Y los niños, en su naturaleza inquieta y curiosa se convierten en grandes científicos, ya que son expertos en explorar, manipular y observar. Por este motivo, debemos darles la oportunidad de ampliar sus conocimientos mediante experiencias tangibles que les ayuden a comprender lo que ocurre a su alrededor.
La finalidad de este post es mostrar experimentos científicos para niños que han sido probados por nosotras mismas (mi hija de 5 años y yo). Estos experimentos caseros son muy sencillos de realizar, por eso no tenéis excusas para llevarlos a cabo en vuestras casas o, en vuestros coles. El único requisito indispensable es que los protagonistas sean los niños.
Listado de experimentos científicos
1. Tormenta en un vaso de cristal
¿Qué materiales vamos a necesitar?
Para llevar a cabo este experimento vamos a necesitar los siguientes materiales:
- Un vaso grande de cristal.
- Agua.
- Espuma de afeitar.
- Colorante.
- Una cuchara.
¿Qué pasos debemos seguir?
- En primer lugar, llenamos el vaso de agua hasta la mitad.
- A continuación, añadimos espuma de afeitar sobre el agua hasta cubrir 3/4 partes del vaso y la vamos extendiendo de manera uniforme.
- Después, mezclamos unos 50 ml de agua con colorante (podéis elegir el que más os guste).
- Posteriormente y con ayuda de la cuchara, vamos añadiendo poco a poco el agua teñida sobre la espuma de afeitar y observamos el efecto que va provocando. ¿No te parece increíble?
Explicación: ¿por qué ocurre esto?
La espuma de afeitar ha retenido el agua hasta que ha supuesto demasiado peso que soportar y ha tenido que soltarla.
Lo que acabas de observar es parecido a lo que ocurre con las nubes, que van acumulando agua en su interior hasta que no consiguen retener más y la sueltan en modo de lluvia.
2. Volcán en erupción
¿Qué materiales vamos a necesitar?
- Volcán.
- Agua.
- Colorante alimentario.
- Vinagre blanco.
- Bicarbonato de sodio.
- Jabón de platos.
- Botella de plástico.
¿Qué pasos debemos seguir?
- Creamos un volcán. Para ello necesitamos plastilina casera y la parte superior de una botella de plástico, que es lo que le dará forma.
- Mezclamos el vinagre blanco con el colorante alimentario y unas gotas de jabón de platos.
- Por otro lado, hacemos una mezcla con el bicarbonato de sodio y el agua (mitad de cada).
- Colocamos la mezcla de bicarbonato de sodio en el interior del volcán.
- Vertemos la mezcla de vinagre sobre el cráter y… ¡el volcán acaba de entrar en erupción!
Explicación: ¿por qué ocurre esto?
Al mezclar el vinagre con el bicarbonato de sodio se produce una reacción química, creando un nuevo compuesto, un gas llamado dióxido de carbono. Este gas comienza a expandirse y ese es el efecto de “crecimiento” que observamos en el experimento, provocando una especie de erupción.
En los volcanes ocurre algo parecido: en el interior del volcán se van acumulando gases y rocas fundidas durante muchos años y llega un momento, que por efecto de la presión, el magma sube a la superficie provocando una gran explosión.
3. Ciclo del agua en un recipiente
¿Qué materiales vamos a necesitar?
- Tarro de vidrio.
- Plato de cerámica.
- Agua caliente.
- Cubitos de hielo.
¿Qué pasos debemos seguir?
- En primer lugar, ponemos unos 5 cm de agua caliente en el tarro de cristal.
- A continuación, tapamos el tarro cubriéndolo con el plato de cerámica boca arriba, de forma que selle toda la abertura del tarro.
- Observamos durante unos minutos la acumulación de vapor en la parte superior del tarro.
- Pasados 2-3 minutos, colocamos unos cubitos de hielo sobre el plato.
- Ya podemos observar nuestro ciclo de agua casero.
Explicación: ¿por qué ocurre esto?
Al añadir agua caliente al tarro y taparlo, se forma vapor de agua. Este vapor de agua sube y se condensa al aplicar frío procedente de los cubitos de hielo, provocando precipitaciones en forma de gotas de agua.
Lo mismo que acabamos de observar ocurre en la atmósfera. El aire caliente y húmedo de la superficie de la Tierra sube hasta toparse con el aire frío de las capas superiores. En ese momento, el agua se condensa y se precipita en forma de gotas de agua.
El proceso que acabamos de describir se sucede una y otra vez, ya que el agua precipitada, vuelve a calentarse y evaporarse ascendiendo de nuevo a la atmósfera y volviendo a condensarse por el efecto del aire frío.
4. Crear plastilina casera
¿Qué materiales vamos a necesitar?
- Harina.
- Sal.
- Agua.
- Zumo de limón.
- Aceite corporal o vegetal.
- Colorante alimentario.
¿Qué pasos debemos seguir?
- En primer lugar, ponemos en un recipiente unas dos tazas de harina.
- Después, agregamos 2 cucharadas de zumo de limón.
- A continuación, añadimos 1 chorro de aceite corporal o vegetal.
- Seguidamente, vertemos un poco más de media taza de agua con colorante del color que queráis.
- Y finalmente, mezclamos todo hasta obtener una consistencia parecida a la plastilina.
NOTA: Si la masa queda muy húmeda, añadiremos harina hasta conseguir una textura similar a la plastilina. En cambio, si la masa queda demasiado seca, lo solucionaremos poniendo más agua caliente.
Actividades con plastilina
Las actividades con plastilina son incontables. Es un recurso que ofrece un abanico inmenso de opciones y que se adapta a todas las edades.
Descubre cuáles son los beneficios de la plastilina pinchando en el link.
A continuación, te muestro algunas ideas de actividades con plastilina. Aunque para trabajarla, tan solo se necesita imaginación y, como sabemos, nuestros niños van sobrados de este ingrediente.
5. Cómo introducir un huevo en una botella de vidrio
¿Qué materiales vamos a utilizar?
- Huevos cocidos.
- 1 botella de vidrio.
- Papel de cocina.
- Caja de cerillas.
¿Qué pasos debemos seguir?
- En primer lugar, pelamos los huevos que hemos cocido previamente.
- A continuación, hacemos una bola con un trozo de papel de cocina y lo introducimos dentro de la botella de vidrio.
- Ahora es el turno de un adulto: encendemos una cerilla y la metemos dentro de la botella intentando que no se apague la llama.
- Cuando hayamos conseguido que la llama se avive dentro de la botella, colocamos el huevo sobre la boca de la misma.
- Finalmente, ¡esperamos a ver qué sucede!
Explicación: ¿por qué ocurre esto?
Para que el fuego se mantenga vivo necesita de oxígeno. Por este motivo, cuando tapamos la botella con el huevo provocamos que el fuego existente agote todo el oxígeno que quedaba dentro del recipiente. Al agotarse todo el oxígeno se producen dos efectos: disminuye la temperatura y disminuye la presión. En ese momento, se produce un desequilibrio de presiones entre el ambiente exterior y el del interior de la botella, provocando que la presión exterior empuje el huevo hacia dentro. Todo ello también es posible debido a la flexibilidad adquirida por el huevo tras la cocción.
Otras consideraciones relativas a la puesta en marcha de experimentos científicos para niños
A modo de conclusión, quiero resaltar la necesidad de jugar, experimentar, trastear… con nuestros niños, ya que de ahí surgen los verdaderos aprendizajes. De este modo, el niño se siente motivado, disfruta y adquiere aprendizajes significativos y vitales. Por ello, no os preocupéis si los resultados no son los esperados o si en mitad del experimento científico se vierte todo y se echa a perder. Lo importante, en realidad, es poder disfrutar de nuestros hijos y que ellos se sientan felices, lo demás ya vendrá después (me acaba de salir la vena de madre, no sé si lo habéis notado).
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